Se ha visto que el porcentaje de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) es mayor en personas con Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) que en la población general.

También se ha observado que ambos trastornos tienen factores en común que pueden relacionarlos, como por ejemplo, la vivencia de traumas en la infancia. Ya sea por vivir situaciones de abuso directa o indirectamente y puede ser abuso físico, sexual o psicológico.

Por un lado, la sintomatología que caracteriza al Trastorno Límite de la Personalidad puede desencadenar en un Trastorno de la Conducta Alimentaria ya que el TLP se caracteriza por una alta impulsividad y conductas autodestructivas. Y estas a su vez son también características de las conductas restrictivas, purgas y atracones propios de un TCA. Por lo que la práctica de estas conductas puede desencadenar un trastorno de la alimentación.

Del mismo modo puede ocurrir que la sintomatología de un Trastorno de la alimentación pueda ser factor de riesgo y producir vulnerabilidad para desarrollar el Trastorno Límite de la Personalidad (Salters-Pedneault, 2021).

Por otro lado, según el modelo transdiagnóstico, ambos trastornos pueden compartir etiología, lo que hablábamos de la vivencia de traumas, y mecanismos de acción como la desregulación emocional. Lo que puede influir en el desarrollo de la comorbilidad entre ambas patologías. Igualmente, el afrontamiento evitativo y la rumiación excesiva son otras características transdiagnósticas que pueden influir en la evolución de esta comorbilidad TLP-TCA.

En relación con la desregulación emocional, la dificultad para reconocer, expresar y regular emociones se da tanto en personas con TLP como en los TCA. Hay autores que consideran la alexitimia como un rasgo de personalidad que genera sintomatología ansiosa y depresiva. Y se ha visto que en la comorbilidad TLP-TCA estos síntomas ansiosos y depresivos son muy prevalentes, lo que puede relacionarse con la dificultad para regular las emociones.

Por lo tanto, hay una relación entre estos síntomas de ansiedad, depresión y desregulación emocional, con las conductas de los Trastornos de la alimentación. Y esta relación explica las conductas de restricción de la alimentación, purgas, atracones, etc. como una forma de regular las emociones y de sentir que se ejerce un control sobre uno mismo  (Khosravi, 2020).

En la investigación que llevó a cabo Khosravi (2.020) con pacientes con comorbilidad entre TLP-TCA, se obtuvieron conclusiones que apoyan esta información. En primer lugar, se encontró que los pacientes con esta comorbilidad tienen más dificultades de desregulación emocional que pacientes que solo cursan TLP. Y esto se debe a unos mecanismos de afrontamiento menos efectivos y un mayor nivel de sentimientos de angustia. En segundo lugar, ha evidenciado que la alexitimia puede ser un factor que potencie trastornos de la alimentación.

En definitiva, altos niveles de impulsividad y dificultades emocionales pueden conducir a conductas purgativas, vómitos, restricciones, para conseguir distraerse cognitivamente y reducir así la impulsividad una vez realizadas esas conductas (O’Neill, 2018), lo que explica la comorbilidad Trastorno Límite de la Personalidad y Trastorno de la Conducta Alimentaria.


REFERENCIAS
Khosravi, M. (2020). Eating disorders among patients with borderline personality disorder: understanding the prevalence and psychopathology. Journal of Eating Disorders, 8 (38).
O’Neill, M. (7 de febrero de 2018).  Noticias y eventos de MEDA. Multi-Service Eating Disorders association. https://www.medainc.org/link-two-challenging-illnesses-borderline-personality-disorder-eating-disorders/
Salters-Pedneault, K. (25 de junio de 2021). Eating disorders and borderline personality. Very well mind. https://www-verywellmind-com.translate.goog/eating-disorders-and-borderline-personality-425424?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=sc

Texto escrito por :
Sofia Bolado
Master en Psicología General Sanitaria